jueves, 2 de diciembre de 2010

¡Bochorno en el Calderón!


La aficción colchonera se sentaba en el Calderón con la idea de ver a su equipo ganar y quedarnos listos para la siguiente ronda europea. Asombrosamente y como siempre, la aficción acude a ver a su equipo con un frío helado y ante un rival pequeño. Vinieron muchos aficcionados griegos, que parece ser que se portaron bien. ¡Dios lo pague que sino nos cierra Platini el campo como cuando vino el Olimpic de Marsella!

Al lio. El partido fué de los que hacen aficción, que vibras de emoción todo el encuentro, pero que al final sales hecho polvo. No hay explicación posible, que sea mínimamente racional y que obedezca la lógica futbolística para explicar lo que ocurrio ayer. Al menos, yo no la tengo. De Gea parece otro, lleva dos partidos cantando y nos tenia acostumbrados a los paradones a lo Iker. La defensa parece la de hace uno o dos años, en vez de ir para adelante, vamos para atrás, como los cangrejos. El mediocampo ni os cuento (solo se salva Mario Suarez) y en la delantera, el kun es una navaja suiza, lo tiene que hacer él todito. En definitiva, el partido fué lamentable, patético, insoportable, horroroso y todos los adjetivos despectivos que se les ocurran. Un autentico bochorno.

Escuchando radio Marca que entrevistó a Antonio López (nada en contra de él, sino todo lo contrario, me encanta este jugador) respodio a varias preguntas sobre el partido. Lo que se le ocurre decir es que ellos no pensaban en que pudieran perder, y yo añado: estaría bueno. También dijo que llegaron cuatro veces y marcaron tres goles, y yo añado: como el Español o la Real Sociedad. Cuando responden a las entrevistas los futbolistas sólo dicen obviedades y no se dan cuenta de que muchas veces este tipo de declaraciones absurdas y sin sentido se vuelven contra ellos. Lo que declara López indica que tenemos un equipo de verbena, porque si llegan tres veces en tres partidos y te marcan tres goles en cada uno de ellos es que tenemos un problemón.

Por otra parte darle un tirón de orejas al arbitro de ayer. Se comió un penalty de libro en el area del Aris por una mano clarísima, en cambio tuvo una vista de lince cuando Dominguez hizo el típico penalty en un saque de esquina que nunca se pitan pero que lo es. De todas formas esto es lo mínimo que se puede quejar uno cuando no das el callo en el partido.

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