CR7 en su día D

Cristiano es el motor de este nuevo Madrid. Si está en racha, traspasa la fiabilidad y alcanza el tope de revoluciones. Si está en "modo off", el merenge se derrite y corre el riesgo que el motor gripe. Cada día estoy convencido de que Cristiano nacio para jugar en el club blanco, son tal para cual, él se siente como pez en el agua cuando le apuntan los focos, y ni de coña no acepta al equipo sobre su espalda. Con mucha carrera por delante y un mundo por aprender, el portugués está empezando a comprender que la grandeza del Madrid lo necesita. Está obesesionado con el triunfo, cueste lo que cueste y duela lo que le duela, el de madeira ha asumido el tótem de ser ídolo madridista y encara al Camp Nou con toda la carne en el asador con su declaración "haber si nos ponen 8 a nosotros", que gracioso el tio.

Si el Madrid es una manada de lobos, sin duda el macho alfa es Ronaldo, es un lider natural. Él sabe que el madridismo reclama su mejor actuación para el clásico. Cristiano, egocéntrico pero exigente, sabe que todos los ojos van a estar puestos en él y en su rival Messi. Dejando a Leo para otra ocasión, Ronaldo es un Aquiles musculado, en la Grecia antigua sería el dios guerrero del futbol que ha nacido para jugar en Sparta, en este caso el Real Madrid. En su diccionario particular, prepotencia se llama sinceridad, despierta pasiones en los aeropuertos y arranca insultos y abucheos en los campos rivales. Adorado por el madridismo y odiado por el resto, Cristiano es el feligrés mas ilustre de la nueva religion blanca, fundada por el profeta Mourinho.
El lunes es su día D, la batalla mas dura de esta guerra y todo el madridismo espera que sea su salvador.